jueves, 22 de enero de 2015

La importancia del lenguaje en la política

El lenguaje es la médula de la política. Ya lo sabíamos, podríais decir, y con razón. Como lo sabéis, creo que entenderéis el caso singular que estamos presenciando en nuestro país. 
PODEMOS. Primera persona del plural del presente de indicativo. Es la afirmación de ser capaces de hacer algo (y de hacer que otros hagan algo, diría Paul Claval). 
Junto a esta formación política, aparece otra muy próxima: GANEMOS. Primera persona del plural del presente de subjuntivo. 
Mientras que PODEMOS indica una capacidad, GANEMOS indica una intención. El paralelismo sería PODEMOS - GANAMOS, o PODAMOS - GANEMOS. 
Pero claro, ambas posibilidades tienen inconvenientes. Ambos, para GANEMOS. Si en vez de esa denominación hubieran escogido GANAMOS... ¿Qué pasa si no ganan? ¿Y qué pasa si ganan? En el primer caso, que la realidad desmiente a la formación. En el segundo, que tendrían que cambiar de nombre: HEMOS GANADO (para diferenciarlo del GANAMOS, pasado simple). 
Es decir, que da la sensación de que se ha escogido GANEMOS para que se produzca una rima consonante con la formación hermana PODEMOS. Eso, a pesar de la diferencia de sentido que se deduce del tiempo verbal. 
Otra vertiente del fenómeno es la cantidad de addendas que se han añadido a la denominación madre. SÍ QUE PODEMOS... AHORA PODEMOS... CLARO QUE PODEMOS... Esta parte del asunto es mucho más jugosa, porque podríamos llegar a una situación en la que una formación política escogiera como marca
QUE A NADIE LE QUEPA LA MENOR DUDA DE QUE, SI SE DAN LAS CIRCUNSTANCIAS OPORTUNAS, ESTÁ MUY CLARO QUE PODEMOS.
Curioso, ¿no?

2 comentarios:

Mari Sol dijo...

Me alegra encontrarme con estas disquisiciones filológicas en este blog. Una vez leídas, y por propia deformación profesional, me cuesta sustraerme al comentario. Aquí va mi pequeña aportación. (A ver si alguien más se anima y le damos un poco de vida a esto).

Podemos elucubrar todo lo que queramos sobre estas dos formas verbales asociadas a dos formaciones políticas: GANEMOS y PODEMOS. Pueden estar próximas ideológicamente pero no van juntas siempre. Habrá que estar atentos/as para no errar en nuestra votación y buscar dónde se encuentra la opción política a la que queremos apoyar.
La forma PODEMOS está en modo indicativo. Este es el tradicional modo de la realidad, de lo que se presenta como posible: “apruebo”, “apruebas”.
La forma GANEMOS está en subjuntivo, el modo de la posibilidad o el deseo y también del mandato o imperativo: “ojalá que apruebes” o “que aprobemos” le dice un amigo al otro; “aprobemos ya” si la cosa vemos que se ha atascado.
Siendo esto así, está claro que tras la forma PODEMOS hay una declaración explícita de que ese sujeto plural de 1ª persona omitido que es NOSOTROS tiene la posibilidad de llevar a cabo la acción propuesta; es un subidón de energía para el sujeto, cuando menos. Parece querer decir que tú, yo y el otro, NOSOTROS PODEMOS hacer algo para que esta sociedad vaya mejor, que somos sujetos reales con “poder” de cambio,(por si alguien no se había dado cuenta),empoderamiento, frente a la tradicional idea de que el “poder” lo tienen los políticos y ellos son los que dirigen el cotarro.
Tras GANEMOS, en realidad está el deseo e incluso el imperativo como propuesta de ganar unas elecciones para conseguir darle un vuelco a unos municipios o una región que no nos gustan cómo van. Detrás de esta marca (que, por cierto, ya no aparecerá como tal en las elecciones municipales y autonómicas, pero este es otro tema) hay un grupo de formaciones políticas y personas independientes que deciden unirse perdiendo protagonismo individual para confluir en una alternativa de izquierdas, más amplia y con posibilidades de ganar las elecciones.
No, no son lo mismo PODEMOS que GANEMOS, ambas opciones políticas respetabilímas.
Las “addendas” que tú dices en PODEMOS responden a diferentes proyectos políticos y organizativos que reflejan una pluralidad de pensamiento dentro del partido, a la vez la voluntad de que la gente piense por sí misma y sea capaz de organizarse. La opinión mayoritaria de los votantes hará que un modelo u otro sea el aceptado para el conjunto de la formación.
Y por último- ¡vaya rollo que estoy metiendo!-, la cuestión de las marcas no es baladí en esta sociedad de la imagen, de la etiqueta fácil y de las prisas. Creo que a cualquier opción política, se llame como se llame, le atrae esa idea que tú expones de “QUE A NADIE LE QUEPA LA MENOR DUDA DE QUE, SI SE DAN LAS CIRCUNSTANCIAS OPORTUNAS..., pero dudo que nadie vaya a elegir esto como marca por razones obvias.

Saludos y gracias por esta oportunidad.

Dto. Geografía e Historia dijo...

¡Qué chulada!