Un 16 de junio de 1846 fue elegido Papa Giovanni Maria Mastai Ferreti. Su nombre de sumo pontífice fue Pío IX. Y, entre otras muchas cosas, dejó una huella indeleble en la historia del catolicismo por proclamar el 8 de diciembre de 1854 el dogma de la Inmaculada Concepción, y por convocar en 1870 el Concilio Vaticano I.
Pero, por si fuera poco, Pío IX (Papa y beato) también tiene su porción de historia en el mundo de la repostería.
Dicen que un pastelero de Santa Fe (Granada), Ceferino Isla, era tan devoto de la Inmaculada Concepción que en honor del papa que había elevado a dogma esta afirmación creó un pastelillo. ¿Qué nombre le puso? Pío IX, es decir, Pío nono, es decir, pionono. Y ha tenido tanto éxito, que hoy se pueden encontrar en muchas variedades: dulces, salados, en rodajas, con crema...
Cosas que tiene la historia...
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