Cuando yo era un niño, e incluso un adolescente, los kioscos estaban llenos de revistas como TBO, Mortadelo, Zipi y Zape, Jaimito... Yo era un devorador de estos "tebeos" (entonces la idea de cómic nos era totalmente ajena). Y ahora aparecen algunos números de 1984 en mi desván, y puedo ilustrar de qué forma la historia (y también las ciencias, con el Doctor Franz de Copenhage) se metía en nuestro día a día, cuando no teníamos Internet, ni móvil, ni ordenador (de hecho, todo eso era, literalmente, ciencia ficción). Os dejaré tres de estas curiosidades, en entradas sucesivas.
Espero que os gusten.
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