El autor es el analista Santiago J. Santamaría, y os invito a leerla y meditarla:
"En Rijksmuseum de Ámsterdam, Prado de Madrid, Louvre de París o MoMA de Nueva York, muchos visitantes ‘pasan’ de contemplar los cuadros o esculturas…
Los visitantes están obsesionados con sus “selfies” y de manera compulsiva, los suben a las redes para demostrar que estuvieron. Muchos momentos de nuestra vida importantes, en lugar de disfrutarlos, los sacrificamos por nuestro “archivo” fotográfico virtual, que en la mayor parte de las ocasiones, por una u otra razón lo perdemos. Es una buena estrategia el imprimir algunas de las imágenes, por si acaso. Para que no parezcan mis comentarios un tanto negativos; sin embargo, quiero también destacar que la investigación y el desarrollo en el campo de la telefonía abren puertas infinitas, aplicaciones de ciencia ficción, en la prevención y control de enfermedades y en la defensa del medio ambiente.
No podemos vivir sin él. Sentimos pánico e incluso fobia (nomofobia), cuando no lo tenemos cerca. Es el objeto que más tiempo pasa con nosotros, superando incluso al tiempo que dedicamos a nuestros seres más queridos. El móvil, compañero inseparable, en sus poco más de 30 años de vida se ha convertido en el dispositivo tecnológico con más adopción en la historia de la humanidad, siendo un fenómeno global. Ya hay más móviles, que humanos en el mundo.
Los teléfonos móviles de hoy son, en realidad, potentes miniordenadores conectados. Nos permiten realizar nuestro trabajo o estudio fuera de la oficina, nos entretienen y nos ayudan a estar en contacto con decenas, cientos o incluso miles de personas, a través de redes sociales y aplicaciones de comunicación.
A pesar de su sofisticación tecnológica, a pesar de llamarlos smartphones, los móviles de hoy en su aspecto son muy similares a los de hace 10 o incluso 20 años. Pero, ¿qué futuro le depara al móvil? Teniendo en cuenta varias tendencias tecnológicas, me aventuro a predecir que el móvil, tal y como lo conocemos hoy, desaparecerá. Volveremos a usar la voz, hoy en día la gran ausente en las interacciones con el móvil, sobre todo entre los más jóvenes que primordialmente usan el texto para comunicarse con los mismos. Gracias a recientes avances muy significativos en el reconocimiento del habla, la voz ocupará un papel más importante en nuestras interacciones con el móvil a través de asistentes personales e interfaces basados en el habla, dando lugar a un concepto de móvil diferente al actual.
Estos días está circulando en las redes una foto, en la que una anciana es la única sin un teléfono en la mano; la imagen que muestra cómo fotografiamos las cosas en vez de disfrutarlas, alcanza los 8.000 retuits en menos de un día. Ha sido publicada por el fotógrafo Miguel Ángel Morenatti, aunque el autor es John Blanding, del periódico Boston Globe. Mientras todos intentan fotografiar a los actores de la película ‘Black Mass’, la señora solo observa. Miran lo que ocurre a través de la pantalla de sus smartphones. En primera fila, la protagonista de la tercera edad, en vez de ocupar sus manos con el teléfono, se apoya cómodamente en la valla, mira, sin móvil de por medio, lo que acontece frente a ella… Y sonríe. Y junto sobre esta estampa, un mensaje del autor del tuit, el fotógrafo Miguel Ángel Morenatti: “Estamos perdiendo la capacidad de disfrutar de los momentos importantes”. La reflexión ha calado.
Otra imagen con un mensaje similar a la de Blanding también levantó polémica sobre el uso (y abuso) de los smartphones: la foto de un grupo de jóvenes mirando sus móviles al lado de un Rembrandt fue blanco de críticas en Twitter y Facebook. La de la anciana rodeada de teléfonos tampoco se ha librado. “Por querer conseguir la mejor foto nos perdemos los mejores momentos”, opina un tuitero, mientras otro usuario considera que “es algo cada vez más habitual y triste”. Otros bromean: hay quien defiende que lo que ocurre en la foto es que la anciana se ha quedado sin batería, y otros que está tan contenta sin móvil porque “lleva las Google Glass”.
A pesar de las críticas que tanto esta foto como la de los niños frente al Rembrandt suscitan, la “manía” de inmortalizar todo cuanto se nos pone por delante no es nueva. Otra instantánea muestra al presidente Nixon, siendo fotografiado por decenas de jóvenes del servicio de voluntarios American Field Service. Fue tomada en 1969 por Oliver F. Atkins. En 46 años, parece que la cosa no ha cambiado mucho.
¿Con quién o con qué pasas más horas al día? La respuesta, posiblemente, sea un qué. Y ese qué, probablemente, sea el teléfono móvil. En 1995, los usuarios de este cada vez más pequeño aparato eran alrededor de 80 millones en todo el mundo; el pasado año superaron los 5.200 millones".
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