Dos textos.
El primero, las peticiones del pueblo al Zar el 9 de enero de 1905:
"¡Señor! Nosotros, obreros de San Petersburgo, nuestras mujeres,
hijos y ancianos inválidos, llegamos ante ti para impetrar justicia y
protección. Estamos en la Miseria, oprimidos y cargados con trabajo
excesivo, tratados como esclavos que deben soportar pacientemente su
amarga suerte y callar.
Creemos ser preferible morir que prolongar insoportables
sufrimientos. Hemos abandonado el trabajo y declarado a los patronos
nuestro propósito de no reintegrarnos al mismo hasta que satisfagan
nuestras demandas. Pedimos pocas cosas. Nuestra primera petición es que
los patronos examinen con nosotros las Peticiones. Esto ha sido
rechazado, así como el derecho de hablar de nuestras necesidades (…).
También han considerado ilegal nuestro deseo de disminuir el horario
de trabajo hasta las ocho horas diarias, de convenir el salario (…), de
que se mejoren las condiciones de trabajo. Según los patronos, todo es
ilegal; nuestras demandas, un crimen,
¡Señor! Estamos aquí Más de 300 000 hombres solamente por sus
apariencias y aspecto. Cualquiera que entre nosotros intente elevar su
voz para defender los intereses de la clase obrera será aprisionado y
deportado (…).
¡Señor!, ¿Esto es conforme con las leyes divinas, en cuya virtud
gobernáis? Por esto, nos hemos congregado cerca de los muros de tu
palacio. Es aquí donde buscamos el último saludo. No rehúses proteger a
tu pueblo. Sácale de la tumba de la arbitrariedad, de la miseria Y de la
ignorancia.
Ordena inmediatamente convocar a los “representantes de todas las
clases y órdenes del pueblo ruso. Y para esto, manda que las elecciones a
la Asamblea Constituyente se hagan según el sufragio universal, secreto
e igual. Es nuestra petición más importante."
El segundo, el diario de Nicolás II (que sí que anotó alguna cosilla...):
"Domingo, 22 de enero, Un día penoso. Se han producido grandes
desórdenes en San Petersburgo por que unos obreros querían subir Palacio
de Invierno. Las tropas han abierto fuego en varios lugares de la
ciudad; ha habido muchos muertos y heridos. ¡Dios mío, qué penoso y que
triste! Mamá ha llegado de la ciudad y ha ido directamente a misa. (…)".
Uno de los acontecimientos más señalados del periodo que siguió al Domingo Sangriento fue el amotinamiento de la tripulación del Acorazado Potemkin (26 de junio de 1905). En este mismo blog hicimos un enlace a la entrevista que se le hizo al último supervivente de aquélla tripulación, Iván Beshoff, quien emigró a Irlanda, y estableció un negocio de fish'n'chips que todavía hoy está abierto en Dublín.
Si ponéis en el buscador Iván Beshoff, os llevará a la entrada correspondiente.
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