Durante la Segunda Guerra Mundial, a raíz del ataque a Pearl Harbor, los Estados Unidos pusieron en marcha un plan de confinamiento y reclusión de la población japonesa americana. Concentrados sobre todo en la costa Oeste, eran considerados como quintacolumnistas en potencia. Agentes a favor de Hirohito o, al menos, personas de lealtad dividida.
No era lo mismo hablar de japoneses emigrados (isei), que de japoneses de segunda generación, nissei (es decir, hijo de al menos un progenitor nacido en Japón y emigrado), o tercera (sansei...), cuarta (yonsei...). Pero se aplicó una política de reclusión prácticamente generalizada en campos de concentración.
El Museo Nacional Japonés-Americano (tiene su sede en Los Ángeles) tiene esta bonita página, que permite sacar conclusiones acerca del racismo, la xenofobia y las políticas de segregación y confinamiento cuya forma sistemática nace en Cuba (1898), pasa por Sudáfrica (1899-1901), y llega a su máxima expresión de crueldad y maldad en la política hitleriana (1934-1945) y soviética (gulags). En esa cadena, los Estados Unidos tienen un lugar...
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