En España la legislación que aparecía en el Código Civil 1889, el Penal de 1870 y de Comercio 1885, establecían un modelo de sociedad liberal en la que quedaba claramente subordinada la mujer al varón y establecía unas pautas muy estrictas al comportamiento femenino.
Leeros este texto:
“La mujer casada no disponía de autonomía personal o laboral, tampoco tenía independencia económica y ni tan siquiera era dueña de los ingresos que generaba su propio trabajo. Debía obedecer al marido, necesitaba su autorización para desempeñar actividades económicas y comerciales, para establecer contratos e, incluso, par realizar compras que no fueran las del consumo doméstico. La ley tampoco reconocía a las trabajadoras casadas la capacidad necesaria para controlar su propio salario y establecía que éste debía ser administrado por el marido. El poder del marido sobre la mujer casada fue reforzado, además, con medidas penales que castigaban cualquier trasgresión de su autoridad: por ejemplo, el Código Penal estableció que la desobediencia o el insulto de palabra eran suficientes par que la mujer fuera encarcelada. Asimismo, el doble estándar de moral sexual le permitía al hombre mantener relaciones sexuales extra-matrimoniales y se las prohibía de forma tan tajante a la mujer que las diferencias quedaron explícitamente manifiestas en la legislación relativa al adulterio y a los crímenes pasionales. El Código Penal establecía que si el marido asesinaba o agredía a la esposa adúltera o al amante de ésta, al ser sorprendidos, sólo sería castigado con el destierro durante un corto espacio de tiempo. En la misma situación, las penas impuestas a la mujer eran mucho más severas: al ser considerado parricidio el asesinato del marido, la sentencia era siempre prisión perpetua."
NASH, Mary y TAVERA, Susana "Experiencias desiguales: conflictos sociales y respuestas colectivas (Siglo XIX)" Madrid, 1995. Ed. Síntesis.
8 comentarios:
¿Hasta cuando duraría en España esta moralidad y legislación machista?
La concesión del voto femenino en nuestro país fue conseguido tras las reformas en la legislación establecidas durante la Segunda República (1931-1936), pero estas reformas no se debieron a la presión de los grupos feministas y sufragistas, si no a la coherencia política que obligo a la revisión de las leyes discriminatorias y a la concesión del sufragio femenino.
¿En el bienio "conservador" también se llevaron a cabo estas reformas?
Hay que tener en cuenta un aspecto muy interesante del debate parlamentario sobre la concesión del voto a la mujer, como es la oposición de parte de la izquierda española a dicha concesión, dado que partían de la base de que las mujeres españolas eran mayoritariamente de derechas. Claro, era darle derecho a voto a un enemigo político...
Tambien es interesante como a nivel internacional no estaba muy bien visto esme movimiento, incluso los primeros ideólogos del movimiento obrero como Ferdinand Lasalle (1825-1864) y, sobre todo, Pierre-Joseph Proudhon (1809-1864). Este último afirmaba claramente que una mujer igual al hombre significaría “el fin de la institución del matrimonio, la muerte del amor y la ruina de la raza humana”. El lugar ideal para la mujer era el hogar. Para Proudhon las cosas estaban claras: “no hay otra alternativa para las mujeres que la de ser amas de casa o prostitutas”.
Añádele otro personaje destacado que iba en la misma línea: el Barón Pierre de Coubertin. Según él, el lugar de la mujer en los Juegos Olímpicos renacidos era adornar con su presencia, y colocar coronas a los premiados (más o menos; cito de memoria).
Me ha sombrado la afirmación de Proudhon, ¿no se supone que es anarquista? ¿Qué anarquista infravalora y menosprecia a la mujer de esa forma; el anarquismo no defiende la igualdad entre la mujer y el hombre? Vaya tío...
Respecto a la oposición de la izquierda española al voto femenino, también me ha asombrado, aunque no sé por qué, los intereses políticos suelen anteponerse a los ideales... ¬¬
Esa base de la que partían, ¿era correcta o no?
Saludos!
muy interesantes estos articulos! gracias.
Pauline, de LOS OJOS DE LAS MUJERES
http://losojosdelasmujeres.blogspot.com
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