"Hay que dejar la mentira y desposarse con la verdad; hay que abandonar las vanidades y sujetarse a la realidad reconstituyendo todos los organismos de la vida nacional sobre los cimientos, modestos, pero firmes, que nuestros medios nos consienten, no sobre las formas huecas de un convencionalismo que, como a nadie engaña, a todos desalienta y burla...
El efecto inevitable del menosprecio de un país respecto de su poder central es el mismo que en todos los cuerpos vivos produce la anemia y la decadencia de la fuerza cerebral; primero, la atonía, y después, la disgregación y la muerte...
Si pronto no se cambia radicalmente el rumbo, el riesgo es infinitamente mayor, por lo mismo que es más hondo, y de remedio imposible, si se acude tarde..."
Artículo de Francisco Silvela, aparecido en El Tiempo, ¡¡¡16 de agosto de 1898!!!
El efecto inevitable del menosprecio de un país respecto de su poder central es el mismo que en todos los cuerpos vivos produce la anemia y la decadencia de la fuerza cerebral; primero, la atonía, y después, la disgregación y la muerte...
Si pronto no se cambia radicalmente el rumbo, el riesgo es infinitamente mayor, por lo mismo que es más hondo, y de remedio imposible, si se acude tarde..."
Artículo de Francisco Silvela, aparecido en El Tiempo, ¡¡¡16 de agosto de 1898!!!
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